Barrancabermeja, un destino natural más allá del petróleo

Foto tomada de: eltiempo.com

Tomar una lancha en búsqueda de los tesoros que pueda ofrecer la región del Magdalena Medio colombiano, planes que no puede dejar de hacer desde Barrancabermeja, en Santander, es tal vez una de las ideas que pocos contemplan cuando piensan en explorar los encantos naturales del país.

Barranca, como la llaman cariñosamente los hijos de aquella próspera tierra, ha sido casi por 100 años el puerto petrolero más importante de Colombia, y por ende su economía ha girado principalmente en torno a esta industria.

No obstante, sus habitantes buscan ampliar el espectro de atractivos para los visitantes de la zona antiguamente conocida como la Provincia de Mares y que desde 2019 es la Provincia de Yariguíes, en honor a los indígenas que habitaron el territorio.

La provincia la conforman los municipios de Barrancabermeja, San Vicente de Chucurí, Betulia, El Carmen de Chucurí, Sabana de Torres y Puerto Wilches. El propósito es seducir a nuevos visitantes a través del exuberante mundo natural que promete la región.

Lo más sorprendente es la variedad de opciones que hay, tanto para quienes visitan rápidamente la ciudad como para los que pueden tomarse algunos días e ir en búsqueda de la riqueza natural dada por la biodiversidad que habita en la ribera del gran río Magdalena.

Encanto natural

caños de la ciénaga del corregimiento de San Rafael de Chucurí

Foto tomada de: eltiempo.com

Para iniciar la exploración al hábitat natural más cercano a la ciudad basta con partir del puerto fluvial Yuma, en el corazón de Barrancabermeja, a bordo de una lancha hacia San Rafael de Chucurí, un corregimiento que queda a 40 minutos por vía fluvial y en donde lo más interesante será conocer el proyecto liderado por la comunidad de pescadores, quienes ofrecen una maravillosa experiencia en la que se pueden visitar los caños, hacer avistamiento de aves, micos y fauna silvestre en medio de la ciénaga.

Por supuesto, probar unas deliciosas empanadas de bocachico seco hechas de la forma más tradicional por las mujeres de la comunidad y admirar la belleza de una faena de pesca son actividades en las que se percibe el trabajo de la comunidad por preservar y difundir el valor de su gastronomía y costumbres.

embalse Topocoro

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Del embalse a las cuevas

Cueva de los Aviones comprende cascadas

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Son varias las poblaciones que se pueden visitar fácilmente desde Barranca, pero, sin duda, una de las más recomendadas por las experiencias que ofrece es San Vicente de Chucurí. Allí, las opciones van desde probar la variedad de productos hechos a partir de cacao en tiendas especializadas o llevar el recorrido a otro nivel visitando una finca cacaotera en donde a través de una ruta muy detallada podrá conocer el proceso del fruto del cacao y la preparación del chocolate.

San Vicente de Chucurí es el municipio de mayor producción de cacao en Colombia, cerca de 9.000 toneladas al año, actividad que surgió como alternativa en los programas de sustitución de cultivos ilícitos. Gracias a este cambio, la economía de la región se ha visto beneficiada, impulsando otros sectores, dejando atrás el pasado marcado por la violencia, para convertirse en una excelente opción turística con servicios hoteleros y gastronomía de buen nivel.

Para el descanso hay opciones en hoteles boutique como el Quinta Tibigaró, un hospedaje familiar en una vieja casona que sirvió como posada de arrieros, donde el objetivo es que los visitantes se sientan como en casa; no faltarán el desayuno en mesa familiar, espacios cálidos rodeados de madera para leer y un tintico preparado por su propietaria.

Como todos los viajeros no buscan desconexión y descanso pleno exclusivamente, el municipio es un excelente punto de partida para hacer recorridos de aventura y exploración natural. Por supuesto, sobra decir que es un recomendable destino para los amantes de la fotografía. Si el tiempo de visita es limitado, con seguridad vale la pena ir al embalse Topocoro para apreciar el paisaje.

En nuestro recorrido el día estuvo nublado; sin embargo, la vista de las pequeñas islas y la vegetación en la inmensidad del espejo de agua quita el aliento. Allí también podrá realizar actividades acuáticas como wakeboarding, esquiar, moto acuática o paseos en lancha.

Si cuenta con más tiempo, un buen plan será ir a la cueva de los Aviones, que en realidad es un largo recorrido por resbaladeros naturales, cascadas en las que se puede practicar torrentismo (descenso con ayuda de cuerdas) y hacer caminatas en medio de un bello circuito de caídas de agua, pasando por piscinas y cuevas naturales.

Foto tomada de: eltiempo.com

No debe preocuparse por ser experto en nadar o escalar, la ruta en general tiene una dificultad media y hay equipos en la zona con guías expertos en el terreno que hacen el correspondiente acompañamiento. Aquí lo importante es buscar una empresa certificada como Nakuma Travel. Un consejo: llevar unos buenos zapatos, de montaña preferiblemente, con buen agarre.Se mojarán, pero serán garantía de seguridad.

Ya en este punto, si busca ampliar la exploración por parajes naturales en Santander, el siguiente paso es dirigirse hacia el Parque Nacional Natural Serranía de los Yariguíes, la reserva de selva virgen más grande del departamento. Es recomendable consultar previamente con Parques Nacionales Naturales sobre la disponibilidad para visitas.

Santander gastronómico

Siendo un municipio ribereño, el pescado es el plato que mejor se prepara en Barranca, especialmente el bagre y el bocachico. La experiencia mejora si se acompaña de un grupo de tamboras que les recuerda a los visitantes que está en Santander, pero que sus pobladores llevan en sus ritmos la esencia del río en las gaitas y una fuerte influencia de raíces indígenas y africanas marcada por los tambores. La Cazuela es el sitio ideal para probar los platos típicos de la región y en donde la especialidad es en cazuela de bagre.

La oferta es amplia, hablando de restaurantes, y va más allá de los pescados típicos, teniendo en cuenta que la región también tiene fama por la calidad de sus carnes. Por ello se encuentran restaurantes como La Corte, que ofrece carne certificada Angus, caracterizada por su gran sabor y suavidad. Es el lugar para probar un jugoso ribeye acompañado de unas delicadas croquetas de yuca.

Tomado de: eltiempo.com

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